¿Te gustan los juegos de estrategia en tiempo real? Bien, aunque es cierto que existen muchísimas propuestas que podemos encuadrar dentro de este estilo de títulos, la verdad es que algunos de ellos son de pago, y casi ninguno de código abierto. Por eso, cuando nos encontramos con un juego de estrategia en tiempo real que además resulta completamente gratuito y que podemos modificar por su cualidad de ser de código abierto, no queremos perderlo de vista.

Es así que Zero-K se transforma en una de las mejores elecciones que pueden hacer todos aquellos usuarios que buscan un título de este tipo, en concreto en esta ocasión, un juego que se encuentra basado en Total Annihilation y en el anterior Supreme Commander. Sin embargo, lejos de quedarse en sólo tomar características de los dos anteriores, éste ha ido más allá, consiguiendo obtener éxito por su propia cuenta.

Cuando comenzamos una batalla en Zero-K, únicamente vamos a contar con un personaje a disposición, al que podríamos identificar como el comandante, y será gracias a sus servicios que tendremos que ir generando mejores unidades. De hecho, será vital que nos fijemos en los elementos que se cruzan en nuestro camino, ya que tomándolos podemos llegar a producir fábricas, y con ellas robots, barcos, aviones y demás.

Los enfrentamientos en Zero-K tienen una duración promedio de media hora cada uno de ellos, o bien hasta que se alcance el objetivo que se nos ha marcado, teniendo en cuenta que el título propone un sistema de desafíos cruzados. Es decir, tendrás que intentar cumplir con tu misión por sobre un enemigo que mientras tanto tendrá la suya, y básicamente será el triunfador el que de las dos partes termine antes que la otra.

Normalmente, claro, todo se trata de intentar quedarnos con el control completo del mapa que utilizaremos para movernos, y esto es independiente de si te estás enfrentando a la inteligencia artificial del juego o a un amigo o desconocido por Internet. Lo mencionamos porque Zero-K nos permite mantener enfrentamientos tanto contra el propio sistema como contra quien queramos al otro lado del mundo, de forma casi indiferente a excepción de la conexión a Internet.

A su vez, Zero-K destaca porque nos permite disfrutar de varios modos de juegos, algo que siempre nos gusta ver porque es el primer paso para evitar que la diversión se acabe demasiado rápido. En este sentido debemos decir que más allá del formato clásico, hay otros como los denominado Chickens o Planet Wars, que tienen sus propias características, y que te resultarán ideales si quieres ir un poco más lejos en tus posibilidades de diversión.

Asimismo, tiene una búsqueda del realismo de todas las formas posibles que nos ha gustado, en tanto y en cuanto se producen transformaciones constantes sobre el terreno, siempre en consideración del impacto que podamos generar sobre el mismo. Es decir, si utilizas el tanque de guerra o algún arma de destrucción masiva, las consecuencias de esta utilización serán notables en el entorno en el que nos desplazamos.

De igual manera, Zero-K cuenta con un apartado de comunidad realmente interesante, del que bien podremos servirnos para descargar todo tipo de contenidos o modificaciones del título, o al que también será posible aportar si lo deseamos. En este último caso, cuentas con la chance de crear tú elementos para subir al juego, lo que te dará la posibilidad de compartir las creaciones para que las otras personas las usen en sus partidas.

Los gráficos de Zero-K, mientras tanto, están bien logrados, al menos si lo comparamos con otros juegos de estrategia en tiempo real que también tengan algunos años de vida, y es que la definición de los detalles muestra el trabajo detrás de ellos. De todos modos, está claro que el punto fuerte del título en lo que hace a una posible recomendación va mucho más por el lado de la jugabilidad que por el de la propuesta estética.

Hablemos entonces de los principales puntos positivos de Zero-K, relacionados en principio con la variedad de modos que ofrece el juego, completamente diferentes entre ellos, lo que promete que la diversión tardará en acabar. Claro que también es atractivo, sobre todo para los jugadores que tengan conocimientos al respecto, que gracias a su código abierto sea posible modificarlo añadiendo todo tipo de creaciones tanto propias como ajenas.

Si hubiera que señalar las cuestiones algo débiles o no tan sólidas de Zero-K, sin dudas tendrían que ver con los íconos que se han escogido para indicarnos la posibilidad de utilizar diferentes armas o unidades disponibles. En verdad la mayoría de ellos son bastante confusos y creemos que en este sentido los desarrolladores podrían haber hecho un esfuerzo mayor.

Zero-K se transforma, finalmente, en un juego muy recomendable para quienes buscan un título que cumpla con tres premisas básicas: apostar por la estrategia en tiempo real, ser completamente gratuito, y permitir aprovechar su código abierto. A partir de ello, estamos seguros de que se trata de una de las mejores alternativas que podemos hallar con estas características, así que no deberías dejar de darle una oportunidad de entretenerte.